lunes, 15 de agosto de 2016

AQUELLA MARAVILLOSA TARDE DEL ´81... Artículo de Fernando Lahoz.



No se porqué últimamente, me ha rondado tanto por la cabeza aquella maravillosa tarde, del 25 de Enero de 1981...

Y tiene mucho que ver, con el artículo que subí hace unos días, de mi querido y amado, champagne y oro...

El cartel, sin desperdicio...

Martinez en su mejor momento, Lomelín que era un león y Gutiérrez, que nadaba más fuerte que Phelps...

El lleno era impresionante, el ambiente descomunal y aquel cielo andaluz, se opacó por el Ole!! grandioso de la gran plaza...

Y ese día, por cuestión, de boletos, me tocó irme sólo..

12 años y en primer tendido de sombra, a mi derecha Don Cutberto Pérez, a mi izquierda, la maravillosa "Verónica" y en la fila de abajo, Pancho Lazo y Don Memo Salas...

Me mandaron a la jaula de los tigres y yo sin seguro de vida...

Pero mi preocupación, eran dos...

Jorge y mi champagne y oro...

Que además era mío!!

Porque yo lo cuidé...

Estaba en mi clóset... El guardián fui yo...

Yo le recibí y lo dejé ir...

Pero el príncipe, que merecía ponérselo, era un hidalguense...
 
Corrida de San Martín...

5: 10 de la tarde y el magisterio del maestro Manolo y el arrebato de Lomelín, ya sumaban tres orejas...

Y salió "Fabio" y mi respiración se detuvo...

Jorge, bien, pero sin reventar...

Todo lo intentó y nada salió..

Pero el toreo tiene magia y Jorge templó, templó y templó...

La plaza era un volcán y de pronto "Fabio" se frenó a la mitad de la suerte...

Volteó, miró, amagó y nadie se movió...

Jorge cómo columna, el tendido colapsado y el astado entregado...

Tanto así que le lamió los machos de los chamorros dos veces...

Yo no gritaba, aullaba de emoción!!

Estocada y dos orejas...

Pero el grande, el mejor de éste país, de nombre Manolo, bordó un toro...

Y ni hablar un rabo y la locura en los tendidos.....

Pero faltaba la respuesta de Don Antonio, el de Acapulco...

Arrimón de macho, incluso de loco, a ratos...

La plaza era pasión, era una erupción...

Estocada recibiendo y se cayó la plaza de cabeza...

Orejas con petición de rabo y yo me daba por bien servido, de lo visto...

Y nunca se me olvidará que "Tapabocas"(Don Cutberto Pérez), me preguntó, y tu porque no aplaudes?

Y sólo le contesté... No me gustó...

Y el gran viejo, me invitó una Coca Cola...

Y salió "Poco a Poco", y mi vida cambió...

Ver tanta despaciocidad, tal temple, aquel fundirse toro y torero, la gente bramando(y es literal), porque incluso mis vecinos de tendido, viejos periodistas, no escribían...

Estaban de píe, aplaudiendo al nuevo maestro...

"Poco a poco" regreso al rancho indultado, a Jorge le pusieron una placa, pero a mi esa tarde me dejó marcado de por vida...

Esa tarde me tatúe la tauromaquia para siempre....

Fernando Lahoz





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