En éstos momentos de crisis en la ganadería brava mexicana, dónde la mayoría de los astados que salen por la puerta de toriles, son unas albóndigas sin casta y sin trapío, débiles, insulsos y que dan pena en lugar de dar miedo, cómo lo hacen los toros con casta y bravura, ésos mismos, que las figuras no quieren ni ver...
Y los aficionados siempre estamos esperando que se cumpla la maldicion gitana....
Ese adagio tan conocido que dice textual..."Ojalá y te salga un toro bravo"...
Porque la única forma de ver el real alcance de los espadas, es así....
Pudiendo y sometiendo embestidas fieras y emocionantes...
Y ayer, eso le sucedió a Joselito Adame con un gran toro de Begoña....
Impecable de presentación y con un comportamiento de señor....
Bravo, embistiendo por derecho y humillado, con fuerza y con las complicaciones lógicas, de la edad...
Pero algo pasó que Adame y el gran pupilo de la familia Bailleres, no más no se acoplaron...
O mejor dicho, algo le pasó a Joselito, que no más no pudo con el astado...
Con el pequeñin de Montecristo que abrió plaza, estuvo en lo suyo...
Jacarandoso y aseado....
Correcto con el marrajo de Xajay....
Se la jugó que fue un contento con los de El Junco...
Pero salió el de Begoña y José fue otro...
Sin ideas, sin plan, sin recursos para cuajar una faena que tanto la gente que llenó la Monumental y el astado guanuajuatense, se merecían...
Pegó pases, pero nada más...
No se gustó, no sometió y sencillamente, el toro se le fue....
La maldicion gitana cayó sobre los hombros del torero de Aguascalientes....
Con el mastodonte de Fernando de la Mora, que cerró plaza, ya se le vio cansado y con ganas de que la gesta, terminara....
Porque claro que es admirable que un hombre mate seis toros en solitario y que además provoque un lleno como el de ayer...
Más sin embargo, la cereza en el pastel, hubiera sido cortarle las orejas al TORO de Begoña...
Pero cómo el hubiera no existe....
En fin, aunque no fue una tarde del todo mala de Adame, si queda ese regusto de que pudo ser redonda si cuaja al toro, que realmente tuvo bravura...
FERNANDO LAHOZ
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