“Si lograste engañar a una persona no quiere decir que sea tonta, quiere decir que confiaba en ti más de lo que merecías…” Heinrich Karl Bukowski (Charles Bukowski)
Y así año tras año, los aficionados a los toros caemos de nuevo en el embuste, la farsa y las artimañas de las distintas empresas que han regenteado el gran coso de la avenida de los Insurgentes; que van desde toreros anunciados en un elenco –que al final no se presentaron en la temporada- mismo que utilizan para poder vender los derechos de apartado; hasta corridas de orejas de oro en donde aceptan poner a un torero que no tiene los merecimientos ni la capacidad para torear en esa plaza; la actual gerencia de la otrora plaza más importante de América; al más puro estilo de la transformación de cuarta; nos ha dado atole con el dedo de nuevo, y año tras año, no solo nos ha engañado, sino que se ha pitorreado de los aficionados en nuestras propias narices.
El monopolio taurino que dirige ETMSA propiedad de Don Alberto Bailleres, de nuevo le ha dado la espalda y pareciera le está dando la puntilla –por lo menos eso parece en la Plaza México- a lo que el mismo dice tanto amar; y seguramente saldrán los lisonjeros a decir que hay que darle las gracias y lengüetear su entrepierna porque nos está haciendo el gran favor de dar toros, que la única manera de defender la fiesta es asistiendo a las plazas de toros, aunque se siga timando y defraudando a los aficionados, al final si esto se termina, será culpa de la afición que no se retrató en la taquilla; los años de engaños, de farsas, de falsedades, siempre tendrán a un único culpable, la afición, que no supo ser agradecida por el gran esfuerzo hecho por la empresa, aunque insisto sea a la indefensa afición a la que año con año se le time y se defraude.
No señores, ya basta…
Siempre se llega a un punto en donde a la paciencia se le llama de otra forma; y se dice por ahí que la mentira y el engaño, tienen fecha de caducidad; porque al final todo se descubre y al mismo tiempo se aniquila la confianza; se muere para siempre; ¿De verdad no se han dado cuenta de esto? ¿Es tan difícil darse cuenta de que la confianza del aficionado la perdieron para siempre? ¿No ven las entradas de la plaza cada ocho días? ¿Son sordos y ciegos a los reclamos de los aficionados que incondicionalmente están ahí cada fin de semana y en días festivos y laborables y que están hartos ya del maltrato que reciben?
O pensando maquiavélicamente…
¿Será eso lo que quieren? ¿Será que esperan que la gente deje de ir a la plaza México harta de tanta mierda, para entonces si tener un argumento más que sólido para poder derrumbarla?
Van por muy buen camino si esto es lo que quieren, no necesitan tirar a la setentona; la están pudriendo desde dentro; este monopolio taurino es como un cáncer que invade todo lo que toca y no tienen cura para poder detenerlo.
Interesante sería también para los propietarios de derechos de apartado, preguntar a las autoridades que aprueban el canje del derecho de apartado ¿Qué hacer cuando no se les cumple? ¿Qué hacer con ese canje de derecho de apartado que hicieron con esfuerzo al ver a su torero anunciado y que solo por ese torero lo hicieron y que al final no se presentará? ¿Cómo y ante que instancia se puede levantar una demanda por falta de cumplimiento de lo anunciado? ¿Cómo retribuir y devolver económicamente al aficionado poseedor de un lugar por el incumplimiento de lo anunciado? Es dinero lo que se llevan del aficionado con el canje del derecho de apartado y cuando ese dinero es obtenido por la empresa mediante el engaño, o la mentira; así como anunciando algo que no vas a dar en mi rancho todavía le siguen llamando fraude. ¿O seguirá habiendo corrupción e impunidad?
Hace algunos años, escribía yo en una carta abierta que deberían de ser los señores Bailleres y Slim los que dirigieran en conjunto los destinos de la plaza más grande del mundo; los dos, se dicen aficionados y amantes de la fiesta brava, los dos ganaderos de reses bravas; por lo que un servidor pensaba que siendo personas exitosas en los negocios, empresarios visionarios en sus respectivas áreas; que hacen que sus diferentes empresas produzcan, den dividendos y crezcan; quise creer que podían hacer que la fiesta brava retomara vuelo sobre todo en la capital de la República; el Sr. Slim inteligentemente o por visionario, hace años que no apoya a la fiesta de manera directa; esas temporadas del novillero Telmex y la campañas publicitarias en donde la compañía telefónica asignaba muy buen dinero para promoción y difusión de la fiesta, quedaron en el olvido y preguntarle porqué dejo de apoyar a la fiesta, creo yo, sería ratificar lo que seguramente el mismo vio, la crónica de una muerte anunciada; y hoy; hoy me arrepiento de haber incluido en esa misiva al Lic. Bailleres y de haber solicitado y haber tenido la ilusión y la esperanza de que en nuestra fiesta hubiera un “cambio”.
No quiero aceptarlo; simplemente no quiero, pero cada vez me convenzo más que la fiesta de los toros -por lo menos en la capital- está destinada a morir; señores animalistas; señores anti-taurinos, señores y señoras diputados y senadores que están en contra de la fiesta; no se les necesita; los que dirigen esto, los que están al mando de las empresas taurinas están haciendo la chamba por ustedes y son los de dentro los que acabarán con nuestra propia fiesta y seremos para ellos, los aficionados los únicos y totales responsables, porque siempre tiene que haber un chivo expiatorio y casi siempre o por lo regular ese chivo expiatorio es el que está en total indefensión.
Lo que dice un gran amigo es totalmente cierto, no es amargura; sencillamente mataron esa ilusión de ir a los toros; esa sensación maravillosa de sentir mariposas en el estómago como cuando uno iba a ver a la novia y que surgía de igual manera cuando se veía un cartel anunciado, yo ya no la siento; mataron mi ilusión.
¿Mi esperanza? Ya no lo sé, sigo empeñado en seguir esa máxima del maestro y gran poeta granadino Don Federico García Lorca: “El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta…” aunque mi esperanza de ver renacer la fiesta brava, cada vez más y cada día, está en franca agonía.
Un abrazo y suerte para todos.
Porra México A.C.
Eduardo Rodríguez Diez
Presidente
“El toreo es el único arte fugaz que impacta de un solo golpe todos tus sentidos y el único capaz también de llegarte con una sola imagen a lo más profundo de tu corazón”