Cómo dice mi gran amigo Gerardo González, conocido en el bajo mundo como "Pinocho", si los astros no se alinean, las cosas no más no salen.
Y eso pasó ayer en la centenaria sanmarqueña...
Los planetas nos jugaron una mala pasada...
Ni Júpiter estaba en su órbita y Saturno andaba de pachanga.
La pésima entrada registrada el día de ayer(pero la gente no cobra factura de lo mal realizado verdad Toñito Barrera), ya presagiaba que las cosas no caminarían de buena forma.
Y los pocos que nos dimos cita en la hermosa San Marcos, teníamos ganas de ver algo importante.
Pero algo pasó, que no pasó...
Una novillada de Villa Carmela, de impecable presencia, exigente, y que no acabó de romper, seguramente porque Marte hizo de las suyas...
En el ruedo, un novillero cuajado como Diego Emilio y un novel regiomontano de nombre Juan Padilla, que no se dejaron nada en el hotel y que cada quién a sus posibilidades y basados en su rodaje, trataron de agradar al graderío.
El de Aguascalientes ha tenido una noche importante dentro de su carrera...
Sobrio, serio, firme y a ratos cuando la luna se enfiló con andrómeda, toreando realmente bien..
Sobre todo en el segundo de su lote, que en mi opinión, es lo mejor que le he visto a Diego en Aguascalientes.
El novillo-toro no era fácil, había que buscarle los hilos para que metiera la cabeza y llevarlo muy, muy bien toreado.
Y así lo hizo el hidrocálido, logrando tandas de gran exposición y verdad, porque hay que decirlo, el chaval de agüitas, se los pasa muy cerca...
Todo iba muy bien, la gente con el torero, él entregado y el de Villa Carmela respondiendo...
Pero llegó la igualada, montó el estoque y como que mercurio se escondió...
Un sainete con la espada, al igual que en sus otros ejemplares...
Mal, muy mal con la espada Diego Emilio, que tendrá que trabajar mucho en las formas y la técnica para tirarse a matar.
Y en algo que también tendrá que trabajar mucho es en la "auto-coba"...
Se regaló una salida al tercio y se dió una vuelta al ruedo por su cuenta...
Ojo con eso, que no es la primera vez....
Al que se le apareció el planeta verde fue al chavalillo de Monterrey, Juan Padilla.
Muy duro el compromiso para alguien que lleva tres o cuatro festejos en su haber...
Y encima se llevo un lote muy cargado, con tres casi TOROS, que desgraciadamente le dijeron, mi niño ésto apenas comienza, pero así es la dureza del toréo..
Al igual de dura que se portó la afición de Aguascalientes con él, pero bueno, así es la fiesta y Padilla tendrá que aprender, del frentazo de ayer.
Y no se puede decir que Juanito se rajó o que no tiene idea de lo que es torear, simplemente quiso pero no pudo...
Habrá que esperar a verlo con mayor rodaje...
Ayer, los planetas y las constelaciones lo dejaron solo...
Una mención aparte merecen los señores Arena propietarios de la ganadería de Villa Carmela, por enviar una novillada excelentemente presentada, con astados que seguramente, muchas de las figuritas actuales, no se quisieran encontrar en ninguna plaza...
Otra jugarreta de los planetas: EL TORO PARA LOS NOVILLEROS Y EL NOVILLO PARA LOS HOMBRES CON ALTERNATIVA.
Fernando Lahoz
Video cortesía de Charly Lara
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