La reventa siempre ha sido una enfermedad que daña gravemente los derechos de los aficionados y público en general, al asistir a su evento favorito...
Se da en todos los ámbitos, deportes, teatro, musicales, toros, incluso en el cine, en películas de gran atractivo, etc...
Lo que a continuación relato es una charla con un buen amigo, aficionado de muchos años en el embudo de Insurgentes y que me parece importante contar...
Y ya se que algunos dirán que pueden hacer con sus boletos lo que les de la gana, porque al final ellos pagan y es muy su dinero y sus apartados y etc. etc...
Pero bueno, yo cuento lo que me contaron y que cada quién saque sus propias conclusiones...
Antes de ayer por la noche recibí la llamada de un gran
aficionado y mejor amigo…
“Estoy sorprendido” me dijo…
Yo así como medio intrigado seguí escuchándole…
“Hoy por la mañana fui a sacar mis boletos del derecho de
apartado para las corridas de aniversario y que crees? Cerca de la plaza, me
ofrecieron boletos de barrera y de tendido en reventa!!”
Sorprendido le comenté, “Ah cabrón! Cómo está eso? Se supone
que la venta libre es sábado y domingo no? Como que la reventa ya trae boletos?”
“Pues eso mismo me pregunté yo mi estimado amigo, pero como
mi otro yo es medio Sherlock Holmes, me puse a investigar que estaba pasando,
porque obvio mi primera reacción fue de méndiga empresa, que buen negocito
tienen…”
“Pero como la empresa se va a arriesgar a vender boletos de
derecho de apartado?” interrumpí…
“Imagínate hermano si yo llego a buscar mis boletos y en
taquilla me dicen que ya se vendieron, yo si les armo un pancho de Dios guarde…”
“Lo mismo pensé amigo, por eso me puse en plan detective y no
veas lo que descubrí”…
“Cuenta, cuenta” (Yo esperando el chisme)
“Pues ya estando en las cercanías de las taquillas y
poniendo ojo a visor, me di cuenta que varios, no uno ni dos eh, un buen número
de aficionados tenedores de derecho de apartado, compraban sus boletos, salían
de la fila y al encaminarse con rumbo desconocido, a los pocos pasos se les
acercaban dos o tres tipos con los cuales platicaban un momento y de pronto aquí
se rompió una taza y cada quién para su casa…”
Y continuó contando… “Eso parecería no tener nada de malo,
pero ahí va lo grave del asunto…. Resultó que casi todos de los que momentos
antes habían comprado sus boletos, se los re-vendían a los revendedores!.... Y
como te comentaba, no fueron uno ni dos, vi a varios”…
“No pues está cabrón el asunto mi estimado amigo”...
comenté.
“Entonces ahora resulta que los mismos aficionados están
promoviendo la reventa en estas corridas de relumbrón?”… continué diciendo.
Y terminé diciéndole, “Oye pues que mal pedo… Lo justo sería
que si no te interesa el festejo, pues no saques tus boletos y así permites que
aficionados o público en general, que si quiere asistir a dicho festejo, pueda
adquirir los boletos a precio de taquilla y no tener que pagar esas cifras
inalcanzables a los impresentables revendedores… Sobre todo la gente que viaja de provincia,
que ya estando en la plaza, pues no le queda de otra más que acercarse a la
reventa…”
Al final de la charla concluimos que ojalá la empresa en
conjunto con la delegación y todos los que están involucrados en el tema,
busquen un mecanismo para evitar ese cáncer que se llama reventa, que tanto
daño le hace a la fiesta y que triste es que los mismos aficionados (algunos, no todos, aclaro) por
llevarse unos pocos pesos, sean los que les den oxígeno a los vividores de la
venta de boletos…
En fín cada cabeza es un mundo…
