Lleno imponente.
Importante novillada de
San Martín.
Hermosillo en la
tablita del querer y la pachorra.
Herrera entre el querer
y el no poder.
San Román entre el valor,
las formas y las
charamuscas.
Ambiente de tarde
grande, que les pesó a los chavales..
Llegar a las
cuatro de la tarde(una hora antes del comienzo del festejo) y ver que ya casi
se había cubierto medio aforo de la centenaria sanmarqueña, no solo enamora, no
solo ilusiona, simplemente te recuerda que la fiesta vive y que está más viva
que nunca…
El ambiente
impresionante…
La gente
dispuesta, sensible y con ganas de ver algo interesante…
Y vaya que
las hubo….
Detalles de
torería, ganas, arrebatos, volteretas, personalidad, temple, sustos, bravura,
genio, emoción…
Y el domingo,
todo pasó por una novillada muy, pero muy interesante de San Martín…
Y lo he
dicho una y otra vez…
Sin emoción
en el ruedo, no pasa nada….
Pero el
domingo, la hubo…
Todos
pelearon en el caballo, siempre con el morro apretado y que tuvieron mala
suerte, porque no se encontraron con muletas que pudieran descifrar esas
embestidas buenas, pero nada fáciles…
Hermosillo
muy sobrado a ratos, en otros muy bien, pero al final no revienta…
Herrera es
carne de cañón…
Tiene
afición, se pone y lo quitan, pero lo están equivocando…
Diego San
Román, tiene personalidad, tiene mucho, pero mucho valor, pero también mucho
que corregir…
Aunque la
profundidad en su toreo, dejó huella…
Y volviendo
a la novillada que envió la familia Bailleres tuvo de todo, pero con un común
denominador, la emoción, la raza y algunos con bravura de la buena, que no
hicieron nada fácil el desempeño de los chavales…
Y si a eso
aunamos la presión de ver los tendidos colmados hasta la bandera, la presión de
los jóvenes espadas, se multiplicó por cuatro….
Los tres se
vieron nerviosos y en varias ocasiones arrollados por las embestidas de los
astados de San Martín…
Hermosillo
en su primero, que tuvo muchas condiciones, a ratos tuvo momentos lucidos, pero
en los más, se perdió en distancias y ritmos…
El astado
pedía sitio y José María ahogó las embestidas….
Lo vi,
incluso, pachorrudo…
Como muy
sobradito y al final no transmitió nada…
Con el
segundo de su lote la cosa cambió y Hermosillo por momentos volvió a ser ese
buen torero que tantas ilusiones levantó dentro del medio taurino…
Tuvo pasajes
de gran calidad, aunque también en otros, se me perdió en el infinito y más
allá…
Una buena
estocada puso en sus manos la única oreja del festejo, pero creo que tanto a
él, como a la afición le supo a poco…
Urge que
José María de ya, un golpe de autoridad, porque la medianía, no es el camino
hacia la cumbre…
Juan Pedro
Herrera es todo afición, intenta todo y no se raja después de volteretas
impresionantes…
Pero no
avanza….
Su técnica
es muy limitada, sus procedimientos no saben de terrenos, quiere encontrar toro
en todas partes y acaba mordiendo el polvo…
Siempre se
pide que los chavales salgan en “novilleros” y que se la rompan, pero eso tiene
que ir junto con pegado de la técnica y Herrera no la tiene….
Dejó ir al
gran segundo y anduvo a la deriva con el segundo de su lote…
Creo que
tiene mucho que recapacitar….
Se presentó
Diego San Román y por lo menos a mí, me ha dejado buenas sensaciones…
Parece
torero, tiene valor y busca la profundidad en sus formas…
El pasado
domingo, creo que a ratos le ganó la emoción, la ansiedad y las prisas por
triunfar y se aceleró y se me convirtió en charamusca…
Muy
atropellado por momentos y desesperado por ligar, ligar ligar…
Pero cuando
se puso en el sitio y enganchó y templó, dejó muletazos realmente valiosos y
hondos….
Tiene
cualidades San Román, solo hay que bajarle varios decibeles a su enjundia, cosa
que le hace perder los papeles y se lleva volteretas que no deberían de ser…
Pero ojo, el
chaval apunta…
Enhorabuena
a San Martin por la novillada…
Enhorabuena
a la afición que colmó los tendidos…
Pero sigue
faltando ese chaval que reviente el hervidero que es la centenaria sanmarqueña…
Fernando
Lahoz