Si el sol no calentara,
si la luna no existiera,
entonces, no tendría
sentido vivir en esta tierra
como tampoco tendría sentido
vivir sin mi vida,
la mujer de mis sueños,
la que me da la alegría...
Mario Benedetti
Ayer el día transcurría normal...
Noticias buenas, la rutina de siempre, los proyectos, los amigos, las bromas...
Todo dentro de lo cotidiano...
Pero de pronto, en un minuto, todo cambió...
Acontecimiento fatal...
Me congelé, me paralice...
Era cierto que mi maestro, mi amigo, mi consejero había partido al cielo de los taurinos?
De verdad, Don Alejandro Hernández ya no iba a volver a escribir?
Ya no me regañaría más?
Ya no me daría la oportunidad de aprender más?
Me dolió, le dije puta a la vida, porque cuándo los amigos se van, dan ganas de romper todo...
Podría platicar infinidad de cosas de Don Alex...
Podría decirles miles de consejos que me dió...
Le conocí por aquellos maravillosos años de los ochentas y le admiré...
Y pasaban temporadas, años, días , meses y dónde coincidíamos, el abrazo, el beso y la charla sabrosa...
Le admiré la forma en la que veía la fiesta...
Era puntual y cachondo...
Pero serio y no daba coba...
Cuando empecé a escribir me dijo algo que jamás olvidaré..
Me dijo el maestro, "Dí la verdad aunque chillen"...
Me inculcó la decencia, el hablar derecho y el jamás venderme por tres pesos...
Se me fue Don Alex y se que ahora ya está con esa mujer a la que amó tanto...
Y ni se preocupe, que su legado, vivirá por siempre...
Le mando un beso hasta el cielo de los taurinos...
Con todos mis respetos hacia usted ...
Fernando Lahoz