Desde
que vimos su semblante en la puerta de cuadrillas, sabíamos que sucedería algo
grande; huraño, con la barbilla encajada en el pecho; concentrado, mentalizado
y decidido partió plaza José Adame, arropado por el maestro de Azcapotzalco,
Eulalio López “Zotoluco” y el torero español José Mari Manzanares, para dar
inicio a la tan esperada temporada que engloba el cumpleaños número setenta de
nuestra querida Plaza México.
Muchos
le seguirán llamando Joselito, y no de forma despectiva, sino por cariño y por
idolatría que este joven hidrocálido ha despertado en la afición mexicana y
española; su sencillez; le ha abierto muchas puertas y su sacrificio desde que
era un chavalillo con toda la ilusión reflejada en el rostro le han graneado
todo lo que ahora tiene. Un servidor desde hace algún tiempo ya, decidí
tratarlo como Don José; y así lo decidí y lo confirmé ayer por que vi el paso
del tiempo; transportándome y viendo la carita de un niño con desparpajo, con
alegría e ilusión, no hace mucho tiempo
cuando José se presentó en esta misma plaza y salía por esa misma puerta con un
traje grana y oro; y hoy veo la cara y el semblante serio y entregado de un
pedazo de torero que con decisión, valor y arte se juega la vida ante un toro.
Describir
lo que realizó José el día de ayer con su primer toro, de Julián Hamdam sería
como tratar de explicar lo que siente uno cuando se enamora; fue la fusión y la
magia de eso que los mal llamados animalistas JAMAS PODRAN SENTIR NI ENTEDER;
esa amalgama perfecta entre toro y torero que se emulsiona y se transforma en
elixir afrodisiaco que hace que todo dentro de ti se cimbre y haga explotar ese
Olé! Que viene desde las entrañas, desde el fondo de tu ser y tu garganta sea
esa vía de escape.
Con
que temple, con que entereza, con que sitio y con que entrega toreó José; nos
dejó “Imborrables Momentos” en las retinas y pasajes de tauromaquia pura en el
corazón. Naturales largos, tersos, con suavidad, consintiendo la noble
embestida del burel que entregado en la poderosa muleta de Adame, repetía y
metía la cabeza con calidad; los remates y recortes pintureros y al final la
estocada después de un pinchazo en todo lo alto que hizo que el toro doblara
para ser premiado con una muy merecida oreja.
En
su segundo; vaya quite por Zapopinas; que diferente se ve este quite cuando
dejas bien plantados los pies y no andas bailoteando y zapateando por todos
lados; y con la muleta, otra vez una clase de técnica y de torería de José, llevando
empapado en el engaño a un noble toro de Xajay. Los gritos de ¡torero, torero!;
no se hicieron esperar; José reventó de un estoconazo recibiendo a su enemigo
para que se le otorgaran las dos orejas como premio y un inmerecido arrastre
lento a los despojos del toro, ordenados por un juez que hasta ahora no sabemos
ni entendemos que pudo observar él como cualidad en el toro; que treinta mil
personas no pudieron ver; pero en fin ya sabemos que cuando esta Xajay en la
México pasan este tipo de cosas extrañas.
Manzanares
estuvo en torero toda la tarde; vestido principescamente de negro como toda la
temporada en recuerdo de su querido padre, tuvo enfrente un enemigo que le
plantó pelea; un toro difícil al que tuvo que someter en el engaño, que se le
colaba feamente, se revolvía en un palmo de terreno, le probaba y le regateaba
la embestida; vaya pues un toro a contra estilo de su artista lidiador; aun
así, el diestro español le plantó cara y extrajo muletazos de gran valía; con
voluntad y aseado logró sepultar el acero para que le fuera otorgada la primer
oreja de este serial. Con su segundo, poco pudo hacer con el soso y deslucido
astado de Xajay, al que lastimosamente le metió la espada en forma defectuosa
causándole derrame que los espantados y neófitos aficionados reprobaron.
A
Lalo López “Zotoluco” le tocó un lote infumable, por lo que no pudo hacerse de
un triunfo en esta tarde; pero en la que dejó momentos interesantes dada su
sapiencia lidiadora y su entendimiento de las reses bravas. Ya será en otra
ocasión en donde Lalo nos pueda brindar esa tauromaquia que lo ha hecho
permanecer como figura del toreo por tantos años.
Y
bueno La México no tiene un nuevo romance como han insistido en decir por ahí;
tiene a un nuevo ídolo y un futuro mandón de la fiesta en México; un hombre
hecho y derecho que ha dejado atrás a ese chavalillo con cara tierna y ansiosa
que jugaba a ser torero y lo ha convertido en un PEDAZO DE TORERO de los pies a
la cabeza.
Un
abrazo y suerte para todos…
Porra México A.C.
Eduardo Rodríguez Diez
Presidente
“El toreo es el único arte fugaz que
impacta de un solo golpe todos tus sentidos y el único capaz también de
llegarte con una sola imagen a lo más profundo de tu corazón”
Foto cortesía de Prensa Joselito Adame.