Cuándo recién abrí los oídos en la fiesta, existía una palabra que era la de todos...
Pasión!
Que si fulano fue mejor, que si perengano y sus trincherazos, que si aquel y sus gestos, que yo ista de tal y yo de tal cuál..
Y de verdad que las pláticas en aquel departamento de la colonia Irrigación subían de tono a ratos...
Yo con diéz pinchurrientos años, que podía opinar...
Yo veía, aprendía y callaba..
Y supe de la pasión por los toreros y de los "istas", por mi abuelo, pero todo era entre "tu y yo"...
Garza, Procuna y Rodriguez...
Sus tres toreros...
Y cómo menciono, eso me lo contaba él a mí..
Pero yo en ese momento, a mi corta edad, escuchar a tan buenos aficionados y ver cómo se volcaban por sus toreros, era impresionante...
Sobre todo cuándo Alameda hablaba de la guerra entre Belmonte y Don José..
Y no porque yo supiera quienes eran, si no por la pasión, con la que hablaba el maestro..
Y un día me hice "ista"
GUTIERRISTA!
Y lo pongo en mayúsculas, porque lo sigo siendo...
Pero ahí entendí la pasión...
Alguien que se pone un traje de foquitos y que por el cuál te matas...
Pero para que el ídolo, sea eso, tiene que tener competencia...
En esa época, David, Capea, Mariano...
Y la realidad, es que en mi vida taurina, siempre he visto, que las parejas taurinas, mueven el mundo...
Hoy en éste instante, las aguas están revueltas o demasiado serenas...
Los tendidos no se colman...
Pero creo que hay dos niños ahí, que si los ponen a competir, no sólo las llenarán, si no que sacarán chispas, de esa guerra..
Juan Pablo Sánchez y Sergio Flores..
Mano a mano...
Guerra a guerra...
Creo, que en éste momento, son los únicos que pueden regresar la pasión a las plazas...
Esa guerra me gusta...
Y si las empresas son visionarias, enfréntenlos..
Al tiempo...
Fernando Lahoz