Nunca mejor utilizada esta explosión de júbilo popular que nuestra gente
ha hecho brillar, sobre todo cuando estamos en el mes de Septiembre en plenas
fiestas patrias. Sin embargo esta expresión para mi muy particular punto de
vista tiene dos maneras de interpretarse; una es la de utilizarla con la alegría
y el orgullo de sentirse muy mexicano; y la otra cuando es todo lo contrario,
cuando no estamos de acuerdo con lo que sucede en nuestro país y la utilizamos
en forma sarcástica, de mofa o despectiva; este segundo caso es el que aplica
en la séptima corrida de la temporada en el gran coso de Insurgentes.
Y es que definitivamente siguen abaratando los trofeos de una manera
ruin y escandalosa en esta plaza, pero vamos por partes.
Fermín Rivera lo hemos comentado una y otra vez, es un torero de los pies
a la cabeza, recibió al que abría plaza con parsimoniosas Verónicas a pies
juntos, rematando con una media que dejó ese sabor y aroma deliciosos en el
paladar, como lo deja ese añejado elixir francés; quitó por Mandiles con clase
y temple que fueron aplaudidos por el escaso público asistente. Con la muleta,
inició doblándose de torera manera con “Golino” –espantoso nombre- que no era
fácil al que había que someterlo para
poderle sacar lo que traía dentro, y así lo hizo Rivera, lo fue consintiendo,
lo fue metiendo al engaño hasta que logró series deliciosas con la mano
derecha, muletazos largos, templados y llenos de sobriedad, de solera, de
torería y de clase, ajustándose y sin hacer
aspavientitos de figurilla barata ni de barro; bien estuvo también con la
mano izquierda, enseñando al astado a irse lejos, para traerlo embebido en el
engaño, con los cojones en donde van y con los pies clavados en la arena,
aguantando las exigencias del astado queretano que en una de esa series con la
mano derecha, lo prendiera mandando a Fermín por los aires, dándole una maroma
que asustó a más de uno, pero que no arredró al torero que regresó a la cara
del toro para seguir toreándolo, sin percatarse ni dolerse del puntazo que le
había dejado el de Xajay en la axila. La faena con estructura con torería,
sobriedad, solera y clase, estaba hecha, se perfiló a herir y lamentablemente
dejó un espadazo trasero, hubo petición, pero sabía Fermín por su casta y sobre
todo por su honestidad torera que la oreja era un premio inmerecido, dio la
vuelta al ruedo con el cariño de la gente, mismo que se ha ganado a pulso por
ser un torero con vergüenza y pundonor.
En su segundo, un toro deslucido,
realizó una faena con el gusto que le caracteriza, sin embargo no alcanzó los
niveles deseados y tras dejar otro espadazo trasero, se retiró a la barrera
para posteriormente saludar en el tercio.
Mario Aguilar, torero de Aguascalientes, tiene una clase y un arte
particular, un toreo fino, con su primero bien con el capote sobre todo en
quite por Chicuelinas que le fueron aplaudidas, con la muleta bien por el lado
derecho, pero superior por el lado izquierdo con muletazos tersos, templados y
llevando bien toreado al de Xajay que se dejaba meter mano; decían los antiguos
aficionados que lo que hicieras bien por alguno de los lados del toro, harías
que el mismo se empleara bien por el lado contrario; y así lo hizo Mario que
regresó con la mano en la derecha para extraerle muletazos de muy buena
manufactura, templados y largos, en una pausa, el torero acomodando la muleta
por la espalda para cruzarse con el toro, éste vio el movimiento de la franela,
embistiéndole al torero, resultando en un pase por la espalda que fe jaleado
por el público. Mató de entera un poquitín desprendida para que le fuera otorgada
una oreja. En su segundo, un marrajo con peligro con el que no tuvo más
oportunidad que abreviar para quitárselo de enfrente. Mal matando y retirándose
en silencio hacia la barrera.
¿Y Saldivar?; ¡Hay Saldivar! Con su primero, dos largas de rodillas con
el capote y nada más que resaltar ya que con la muleta, el toro embestía
calamocheando y sin clase. Arturo mostró voluntad y actitud, dejando una
estocada trasera y baja para irse en silencio.
Pero saldría el sexto, “Nuriesco” – ¡Otra vez, apa nombrecito ganadero!-
un astado que sabía torear, y al que Saldivar desaprovechó impunemente.
Con el capote, bien a secas, y con la muleta, empezó con un pase
cambiado con la muleta en la mano izquierda sin dejar quietos los pies; de
igual manera el cambiado por la espalda, dando ese pasito ventajoso al pasar el
toro y no quedándose quieto como un poste, como lo mandan los cánones de la
verdadera tauromaquia; lo mismo con la Vitolina, dando ese paso para
recuperarse con un toro que le pedía a gritos que lo toreara, que se iba largo
como la cuaresma, embistiendo con claridad, clase y estilo.
Y Saldivar, queriendo torear a la española a un astado mexicano que le
repetía que era un contento; pues no, al carajo, a la mierda todos, YO SOY
SALDIVAR Y TOREO COMO ME DA LA GANA, soy el niño mimado, soberbio y prepotente
que hago lo que quiera; tanditas de tres cuatro pases y el remate de pecho
echando la pata pa’ trás, y el toro a medias, esperando esas tandas largas que
son las que espera el público mexicano que al quinto o sexto muletazo empieza a
corear fuerte al torero…Pues no, mis cojones mandan y el resultado obvio, un
toro que fue a más y que se quedó con media faena adentro por la soberbia y la
necedad de un chaval que tiene vértigo de ladrillo y al que le ha hecho mucho, pero mucho daño,
la coba que le da alguien por allí que lo adula y le llama “EL VERDADERO REY
ARTURO”… pero para ser rey, primero hay que convencer al pueblo y para
convencer al pueblo hay que darle lo que quiere… Media estocada, tendida, trasera
y desprendida y ¡VIVA MEXICO! Las dos
orejas que por supuesto fueron protestadas por el público para luego más ¡VIVA
MEXICO! Porque coños no, ser sacados en hombros ganadero y torero con una
desvergüenza tal que daba asco y pena ajena.
No muchacho así no es la cosa; de ese torero que hace un par de años le
pegó un jabón a varias figuras en esta misma plaza a lo que te han o haz
convertido hoy; haciendo caso a no sé qué intereses, nada que ver. Extrañamos a
ese Saldivar, ojalá y de verdad puedas retomar ese buen camino que hoy haz
abandonado…
Y del ganadero, hombre, no extraña nada, una golondrina no hace verano,
hemos visto a Xajay hasta en la sopa en esta plaza y si hacemos números; no
tendría nada de que estar orgulloso el famoso arquitecto; insisto ¿Qué diría
Don Antonio Llaguno con estos “triunfos” ganaderos tan fáciles y llenos de coba
y de servilismo hoy en día? Sin temor a equivocarme, se volvería a morir de
pura vergüenza, pero en fin así es nuestra fiesta.
¡VIVA MEXICO! Seguro que en
España se están cagando de la risa con las transmisiones en directo de la plaza
“más importante” de México, pero sobre todo con los “extraordinarios”
comentarios de los eruditos taurinos que tienen el poder de decir pendejada
tras pendejada en un micrófono a nivel ya no nacional sino internacional ¡Olé!
¡Hay mi querida fiesta brava mexicana!
¡Viva México cab…!
Un abrazo y suerte para todos…
Porra México A.C.
Eduardo Rodríguez
Diez
Presidente
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