miércoles, 10 de agosto de 2016

CUANDO RECUERDO MIS PRINCIPIOS.. Artículo de opinión...



Hace algunos años, escribí un artículo llamado "Mi Champagne y oro"...
Desgraciadamente, por cuestiones de la tecnología, se perdió, desapareció y al final se me fue..
Y ha sido de los escritos que más he disfrutado y que más lágrimas, de felicidad, me han provocado...
Porque ésta historia me marcó, me envenenó y me dijo que ésto va más allá de lo que muchos puedan entender..

Y la pude escribir de una manera y la puedo escribir de mil maneras, pero el fondo es el mismo...

Quizá algunos lo recuerden(el artículo), pero va de nuevo...

 Diciembre de 1980...

Yo con 11 años, llegando de una gira bastante buena..
Irapuato, Querétaro, la maravilla del indulto de Gorra Prieta en Guadalajara, en fin, más gutierrista que nunca...

Y por ahí del 20, 22 de noviembre, revolución en casa...
Reunión de los jerarcas...
Amado Sánchez Cue, Alfredo y Jaime Gutiérrez, mi padre, el maestro Pepe Alameda y varios más...

Yo a mi edad no entendía un carajo, porque días antes, a mi casa, había llegado un bulto, que era cómo un tesoro intocable...

Palabras de papá y mamá: "Si tocas eso, ostia segura"...

Pero cómo buen chaval, no pude con la curiosidad...

Y abrí ese bulto y me deslumbré....

No sabía si era amarillo pálido, beige o color flan..

Y mi premura era dejar perfecta la sabana que cubría esa maravilla, para que el patrón no se diera cuenta...

Si el supiera que en la madrugada me ponía la casaca y me sentía figura....

Y el champagne y oro estaba en mi closet..

Y el guardian era yo...

Aunque le perteneciera a otro...

La entrega y las palabras del maestro Alameda: "Lo tienes todo Jorge para ser figura, pero. pero..."

Y ese pero se lo contestó un mes después....

Yo sentado en primer tendido, en medio de 3 leones...

Don Cutberto, Memo Salas y Pancho Lazo..

Pero en el ruedo de la gran plaza, "mi vestido", ese que cuidé, velé y que ultrajé a mis 11 años...

Nunca he visto un vestido tan hermoso...

Nunca he visto a un hombre, aguantar que un toro lo huela, de arriba abajo, tres veces...

Y mi champagne y oro, sucio de torería...

Lloré, grité, enloquecí...

Dónde andará aquel traje que me enamoró y me dijo, "ésto es magia"....

Mis principios fueron maravillosos....

Gracias al maestro Jorge Gutiérrez por tanto y tanto aprendizaje..

Fernando Lahoz



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