Bajó considerablemente la entrada en la centenaria Plaza de
Toros San Marcos…
Algo que se veía venir, primero porque ningún torero de la
tierra estaba anunciado y también, porque en el papel, el cartel, para la gran
masa, no decía mucho…
Dos presentaciones y un Mirafuentes de Anda, que en
temporadas anteriores, no dejó mucha huella que digamos…
Y ha sido una tarde extraña…
Mucho viento, polvaredas, un rejoneador “sui-géneris”,
verdor al por mayor, errores técnicos, volteretas, un público a ratos fiestero
y en otros muy serio, en fin, demasiados contrastes, en tan poco tiempo..
Y si la tarde fue rara, el encierro de los herederos del
bien recordado Pablo Labastida, ha sido peor…
Novillos bien presentados sí, pero de un juego
increíblemente bipolar…
Manseaban, arrollaban, con embestidas buenas a ratitos, pero
sin definición, sin fondo…
Muy parados, con poco celo y algunos sin proyectar ese
peligro sordo, disfrazado de mansedumbre…
Se salvó el quinto de la lidia ordinaria, emotivo, bravo y
con calidad, pero que desgraciadamente cayó en manos del más verde, no solo de
la tarde, sino, en mi opinión de toda la temporada, Emiliano Villafuerte.
Pero en general, el encierro de la familia Labastida, sin
espíritu y nada santos…
Abrió plaza el rejoneador Joaquín Gallo, del cual, lo único
que puedo decir, es que como charro es muy buen jinete y que en su jaripeo, nos
ha dejado a todos los asistentes a la novillada, como “cucarachas de panadería”….
Vaya aterrada (no solo por lo terrorífico de su actuación,
sino por la tierra que levantó al mover sus jacas a mil por hora).
Las risas y el cachondeo del tendido, lo dijo todo…
Regresaba a la tierra de la gente buena, Mirafuentes de
Anda…
Se le vio más asentado, más puesto, incluso toreando mejor
que antes, pero igualmente con muy poquita personalidad….
Demostró buen valor, sobre todo en el segundo de su lote,
aguantando parones y miradas, captando la atención del cónclave, pero en
conjunto, su actuación no es de trascendencia…
El capitalino no es nuevo en estos menesteres taurinos y
creo, como se dice en el argot cotidiano, sino se pone las pilas, se le va el
tren….
Y hablaba de Emiliano Villafuerte, moreliano, que se
presentó el día de ayer en el coso de la calle Eduardo J. Correa, el cual tuvo
la fortuna, que le saliera por la puerta de toriles, el único astado de
Espíritu Santo, que embistió…
En su primero, desilusionó, después de una labor fría,
medrosa y sin la más mínima intención de demostrar el porqué de su sorpresiva
inclusión en el serial….
Pero como comentaba, en el astado corrido en el lugar de
honor, la cosa cambió…
Bueno por lo menos en actitud, el michoacano ha sido otro…
Está más verde que un pepino crudo y ante un astado de esas
cualidades, más color lechuga se vio…
Por momentos logró momentos intensos, pero en conjunto, el
de los Labastida, le pasó por encima….
Seguramente toreará más, así que esperemos para verlo más
adelante….
Otra presentación, bastante grata por cierto, ha sido la de
el español, Sergio Páez…
Se le ve puesto, toreado y con buenas maneras….
Piensa, quiere hacer las cosas bien, tiene temple y dio
visos, que el compromiso de su presentación con caballos, no le pesó…
Al novillo de la presentación, que requería de paciencia, la
cual le tuvo, le endilgó naturales de gran valía…
Yo lo que le recomendaría al hispano, es que les diga a sus
cuatrocientos apoderados, que no griten tanto en el callejón, es un buen
torero, pero cada tanda rematada, su equipo parecía que estaba ante el inventor
del toreo y ante la faena de la historia, en el mundo mundial….
El sexto, malísimo, no le dio opciones…
Y bueno, el próximo domingo es el cerrojazo de la temporada
chica en “agüitas”, con tres toreros de la tierra y un hispano…
Lleno seguro….
Fernando Lahoz.
SÉPTIMA NOVILLADA 6 ABRIL 2014 from Charly Lara on Vimeo.
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