viernes, 27 de noviembre de 2015

Profesionalizar, NO es españolizar… Por: Eduardo Rodríguez Diez.




Estimados amigos, navegando por algunos sitios en donde se tocan diferentes puntos en relación a la fiesta brava; me he topado con uno en específico que me ha llamado poderosamente la atención.

Varios de los aficionados que gustan de navegar en redes sociales, afirman que se quiere españolizar la fiesta de toros mexicana; quejándose amargamente de que los aficionados de hoy, quieren ver un toro como el español salir en todas y cada una de las plazas de toros en México, esto debido principalmente y es innegable, a las quejas y lamentos por la falta de presencia que tienen los astados que se lidian tanto en el interior de la república como principalmente en el coso titular del país.

Mi sentir es que no hay nada más falso que esto, y yo insisto, profesionalizar nuestra fiesta no significa que tengamos que españolizar nuestra fiesta, allá, como en todos los sitios del mundo, su fiesta tiene cosas buenas; pero también son el origen de muchos de los que la nuestra tiene.

Si bien es cierto, a través de esa poderosa caja mágica en donde podemos ver corridas de toros, en  prácticamente cualquier rincón de España; y que los aficionados, tanto veteranos como nuevos, se dan cuenta de lo que sucede allá, es imposible tratar de tapar el sol con un dedo; así como también lo es, españolizar nuestra fiesta.

Lo que sí creo es que debemos profesionalizar nuestra fiesta, y gran parte de esto, radica en el hecho de exigir a todos y cada uno de los profesionales de la misma; que cumpla cabalmente con la profesión que nadie les impuso, que ellos mismos escogieron.

Y aquí es en donde empieza este proceso brutal o como se dice vulgarmente, donde la puerca torció el rabo.

Al matador de toros, cuya profesión es ser TORERO, hay que exigirle que mate eso, toros; punto, se acabó, no hay más, el señor es MATADOR DE TOROS, NO NOVILLERO, NO BECERRISTA, NO AFICIONADO PRACTICO; ES MATADOR DE TOROS, y tiene que matar eso, toros.

Al ganadero, se le compra y el vende UNA CORRIDA DE TOROS, y hay que exigirle eso, UNA CORRIDA DE TOROS, NO NOVILLOS ENGORDADOS PARA QUE PAREZCAN TOROS, sino una CORRIDA DE TOROS, punto se acabó, no hay más.   

Al empresario que ANUNCIA UNA CORRIDA DE TOROS, exigirle que de eso, UNA CORRIDA DE TOROS, NO UNA NOVILLADA CON MATADORES DE TOROS, sino UNA CORRIDA DE TOROS. Se acabó no hay más.

A los JUECES DE PLAZA, no hay que exigirles que respeten un reglamento obsoleto y estúpido; que hablan del peso mínimo que debe de tener un toro, y de la edad mínima con la que debe de ser lidiado; y caramba esto es hacerse como el tío Lolo, ya que si en las mismas calles del centro de nuestra ciudad, uno puede ir y sacar un acta de nacimiento falsa, ¿Qué podemos esperan que se pueda hacer con el registro obligatorio de edades de las reses? Que se supone es de “buena fe” y que la verdad es un cachondeo que lo utilizan igual que el reglamento solo para cubrirse el orto y hacer en la plaza lo que demande la empresa y no el público que es el que paga la entrada.

Al público, asistente, ENSEÑARLE a ver un toro, para que pueda exigir por lo que pagó -bastante caro por cierto- y no desorientarlo y hacerle mala sangre con argumentos estúpidos como los que he escuchado una y mil veces en el tendido como: “en España no pasa esto”; por supuesto que pasa, y en MADRID señores; la diferencia es que allá, le dan una patada por culo a los toreros y no vuelven nunca; “aquí somos el país del no pasa nada”, somos la gente de, me está jodiendo pero no más tantito y varios ejemplos tenemos; ya nos engañó Morante el año pasado y que va a suceder, vuelve para este año; ya nos engañó “El Juli” y que pasó, hasta la aplaudieron hombre; Ponce no tuvo oportunidad; y lo más grave es que los de aquí poco se salvan, solo hay que ver lo que se va a lidiar hoy en Querétaro, una plaza que se supone de “primera categoría”.

A los “periodistas especializados” exigirles QUE SEÑALEN, QUE SEÑALEN Y SIGAN SEÑALANDO que lo que está en el ruedo no es un toro señores, y no hablar como se dice en el argot a toro pasado.

Todos, cada uno de nosotros tenemos culpa, pero lo que debemos hacer es la profesionalización y no la españolización de nuestra fiesta, sin temor a equivocarme es el camino a seguir; nadie tiene la verdad absoluta, pero de lo que si estoy plenamente convencido, es que nadie quiere ir a una plaza de toros a aburrirse, ni ver a un elefante de seiscientos kilogramos que salga por la puerta de toriles, para que después de picado -o antes- no pueda ni moverse; queremos un TORO, simplemente eso un TORO.

Podría pasarme horas con el ya trillado cuento de que si la morfología del toro mexicano es diferente a la del toro de encaste español; que si el toro mexicano es más pequeño; que si tiene mejores “hechuras”; que si es más “cómodo”; o como dijo Ponce –que nunca se me va a olvidar- “el toro mexicano tiene su carita, así chiquita”; que tiene mejores “formas”, que si su caja es más compacta; que si la cornamenta no es tan aparatosa… ¡La madre que!, un TORO es un TORO aquí y en China,  y lo que se necesita son verdaderos hombres que le hagan honor a su nombre y se dejen ya de una vez por todas de tantas pendejadas…

Y a todos los que viven –así literalmente- del mundo del toro; y en especial a los toreros, si ser profesionales, por su misma definición: dícese de la persona que ejerce habitualmente una profesión, como medio de vida y no por afición”; se apega a lo que aquí se define, pues entonces dejen esto ya; se han cansado de demostrar que no son lo suficientemente efectivos en la profesión que repito ustedes escogieron y nadie les impuso.

¿O de verdad están tan ciegos que no han podido ver o no han querido ver que la gente ya no encuentra a los toreros como hombres míticos y héroes como lo hacían antaño y que de esto solo, y solo ustedes como “TOREROS” son los únicos y totales responsables?

En fin… la verdadera profesionalización y no la españolización de nuestra fiesta creo que es el camino a seguir…

Un abrazo y suerte para todos…

Porra México A.C.
Eduardo Rodríguez Diez

Presidente

No hay comentarios:

Publicar un comentario