martes, 13 de enero de 2015

¡El Conde! Nado… Por: Eduardo Rodríguez Diez.






Vamos a ver al Condenado!

Me decía mi abuelo, cuando por allá en sus años mozos, Alfredo Ríos “El Conde” daba mucho de qué hablar reviviendo suertes antiguas como el Tancredo y el salto de la garrocha; un torero dotado de grandes facultades físicas y un rehiletero eficaz, espectacular, vistoso y certero; fue a él, al primero que le vi poner en vivo el par de la moviola, mucho antes de que “El Soro” la pusiera de moda en España y de que después “El Fandi” lo degenerara a lo que hace hoy con ese espantoso salto que da al clavar.

La carrera de Alfredo ha sido de altibajos, pero siempre con verdad, con entrega, con pasión a lo que hace y con un amor verdadero a su profesión. “El Conde” ha sido condenado y relegado por las diferentes empresas del interior y de la misma Plaza México, sin saber realmente el porqué de esta situación; vaya de hecho es mil veces mejor torero que muchos de los toreritos españoles que han pisado el ruedo de la Monumental y tiene mucho más merecimiento, pero…

Ayer le toco de lo malo que fue el encierro de La Estancia lo más malo; vaya par de alimañas que tuvo que lidiar Alfredo, quien siempre queriendo agradar, bien estuvo en todos los tercios de la lidia de sus dos –literalmente- enemigos. Por encima de esos dos marrajos estuvo “El Conde”, bien con el capote y muy bien en banderillas, en un par de la moviola de adentro hacia afuera, citando, templando y dejándose llegar al toro para después clavar el par en todo lo alto, sin saltos circenses ni aspavientos ridículos, salió caminando como lo hacen todos los buenos rehileteros. Con la muleta voluntarioso, tratando de meter en el engaño a sus toros, el primero, embistiendo a media altura, quedándose corto y tirando derrotes a diestra y siniestra, distraído, saliendo suelto; y “El Conde” ahí, estuvo plantado en la arena plantándole cara, sin embargo el de La Estancia no tenía un pase, manso, buscando el abrigo de las tablas y rehuyendo la pelea. En su segundo no cambio la cosa malo el toro y bien el torero siempre estando firme y sin dudas, tratando de someter al manso, soso y descastado burel.  

Decidió Alfredo regalar un toro, y fieles a nuestra costumbre no haremos ningún comentario sobre el mismo, solo destacaremos que las ganas de salir triunfantes a toda costa y ese pundonor y vergüenza torera que tiene Alfredo, lo tienen ahora mismo en el hule con una cornada grande que pudo haber sido de fatales consecuencias; esperemos que el ex guarro  del que fuera su maestro, lo tome en cuenta para los festejos que vienen porque de verdad este torero no merece el trato que se le ha dado.

Y si hemos mencionado una y otra vez, en crónicas anteriores que es difícil ser torero; ser hijo de un torero que además fue consentido de la gran septuagenaria lo es más aún. Pedro Gutiérrez Lorenzo, no termina de dar el do de pecho en esta plaza y vaya que ha tenido oportunidades para hacerlo al ser programado año con año, inclusive hasta en un par de ocasiones; Perico –como le llaman- no es mal torero, pero le falta ese arrebato, esa garra, ese no sé qué, que yo llamo “eso” que te hace vibrar y saltar como aficionado cuando un torero te toca las fibras más profundas de tu corazón. Pedro no lo tiene, si, es muy técnico, pero también actúa con muchas precauciones; vaya pues, no tiene el hambre –literalmente- que si tenía su señor padre; con el que invariablemente siempre se le comparará. Un toro manejable con el que pudo haber hecho algo, pero… El otro, infumable como el resto de sus hermanos y “Capea” sumido en las tinieblas de la indiferencia del escaso público asistente.

Completó la terna Jorge Sotelo quien además confirmó la alternativa; estuvo voluntarioso y entregado, dejando pases de calidad y buena factura; para ser sinceros, no reflejó el escaso número de festejos que tiene toreados; ojala y pueda ver más actividad en el interior para llegar mejor aún a la gran plaza.

Esta vez, no hubo episodios de locura en el palco, porque ni chance le dieron al juez Ramos; se han cumplido las doce corridas prometidas en el derecho de apartado que siendo honestos, el canje del mismo fue sobrevalorado ya que no valió la pena el gastar ese dinero con los nefastos carteles que ofreció la empresa; ya viene la segunda parte del capítulo de esta novela , y el primer cartel ya está en el aire; para el próximo domingo, se anuncia el regreso de Enrique Ponce, confirmando la alternativa a Juan Pablo LLaguno y como testigo aparece Juan Pablo Sánchez; el negrito en el arroz, la NECEDAD de Ponce y de sus VEEDORES –que para el caso es lo mismo ya que el torero es el responsable de lo que escogen- de IMPONER de nuevo TEOFILITOS; no sabemos si tenga sociedad con los actuales dueños, pero que necesidad –NECEDAD- de volver a las mismas andadas de siempre habiendo más de 250 ganaderías de las cuales puede escoger sin ningún problema una verdadera corrida de toros con la cual pueda reivindicarse con el público de una plaza que lo único que ha hecho es entregarle cada tarde en la que ha pisado su albero el corazón a manos llenas.

En fin, es cuando nos preguntamos ¿Qué valor tenemos como afición para un torero que fue prácticamente echado de la plaza por incurrir en esas malas prácticas y que ahora vuelve, después de maltratarnos con el látigo de su desprecio para tratar de hacer lo mismo nuevamente?

Seguramente la plaza registrará una buena entrada, ojalá y el joven queretano así como el joven hidrocálido no sean comparsas de un intento de fraude más por parte del torero valenciano y tengan la categoría y la clase que otros matadores y toreros mexicanos no han tenido, para que si sale un animal indigno de su investidura como matadores de toros tengan los cojones y repito, la clase y la educación de los bien nacidos y negarse a matarlo.

Por lo pronto ya llevamos 12 corridas, diez el año pasado, dos en este año que empieza y siguen sin aparecer las autoridades con los resultados de los exámenes post-mortem, ojalá que alguien por ahí nos escuche, porque sabemos que a la OMISION TAURINA DEL DF, lo que puedan opinar y decir los que pagamos un boleto, les viene valiendo madre…


Un abrazo y suerte para todos…


Porra México A.C.
Eduardo Rodríguez Diez
Presidente
“El toreo es el único arte fugaz que impacta de un solo golpe todos tus sentidos y el único capaz también de llegarte con una sola imagen a lo más profundo de tu corazón”

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