domingo, 18 de septiembre de 2016

Huapango Torero versión potosina...Apunte de la segunda de la temporada en la Plaza México.




Y rumbo hacia los corrales, 
se ve al chiquillo que va resuelto, 
él quiere torear un toro, 
su vida pone por precio. 


Este apunte, con todos mis respetos, va dedicada a Don José González Dorantes...

Y bueno, puente de independencia, un país revuelto y dividido, cansancio con toques de resaca por las fiestas, la mala noticia de Don Pepe, la buena de Luis David que triunfó en su alternativa, la gesta de Flores en Tlaxcala, por cierto, muy mal manejada por su equipo de prensa, la novillada de San Lucas tan bien presentada y la ilusión de ver, que nuevas sorpresas nos daría el ruedo monumental el dia de hoy...

Pues si, todo un cúmulo de emociones, de satisfacciones, de fatiga...
Pero cuando es domingo y hay toros, el corazón late, la lasitud se convierte en fuerza y el alma espera, confía y desea, esa emoción que te ponga los pelos de punta...

Y no se si fue coincidencia, casualidad o karma, pero mi hermosa mujer y yo escuchábamos a la gran Lola cantar Huapango Torero mientras nos zumbábamos unas carnitas realmente sabrosas, cómo prolegómeno, a la novillada..

La canción del maestro Tomás Méndez, es en cierta forma,un ícono de los taurinos..

Refleja el sueño y la tragedia...
Las ganas y el dejarse todo en una plaza...
La ambición y el "me vale madre"...

Quiero, puedo...

Y mis muslos pongo por precio..

Y sale un chaval de nombre Francisco, que en quince minutos le dio razón, dirección e importancia a tan gran obra musical...

El nativo de San Luis Potosí, llegó, se la jugó, pagó el precio y se levantó como los grandes...

Porque hay que decir que su lote no fue fácil, pero el niño ni se inmutó, ni se alteró...
Impávido, firme, imperturbable...

Aguantó eternidades y pegó muletazos interminables...

Tiene personalidad, pisa fuerte y realizó algo que me llamó mucho la atención...

No se lo piensa dos veces y venga, a torear por el lado natural...

Hoy Ricardo, fue el novillero, que, cómo reza el huapango, su vida puso por precio...
Y vaya que se puso el niño!!!

Una pena que su segundo no se prestara...

Pero ni se afligió, ni se frunció, al contrario...

Hoy, esos pañuelos de los que habla el maravilloso Huapango Torero, tienen que voltear a la tierra de la tuna, de San Luis Rey y de las enchiladas potosinas..

Hoy, San Luis y el mundo, descubrió un torero...

Ojo con Ricardo de Santiago....

Este niño, no es de huapango, es de pasodoble y si no al tiempo...

Fernando Lahoz..