Y se llegó el día...
Quince de Noviembre del 2015.
Fecha soñada por un riojano y por los varios aficionados que le seguimos y le admiramos...
Por fin Urdiales en México, por fin una tarde, tanto tiempo esperada...
Cuatro treinta de la tarde...
Se abre la puerta de cuadrillas y aparece un TORERO, vestido de Corinto y oro, desmonterado cómo corresponde a la presentación, serio, con ese gesto tan característico de Diego, sin sonrisas falsas, sin parafernalia para la galería, totalmente antagónico al histrión...
( No dejo a un lado a Fermín Rivera, pero de él hablaré, más adelante).
Y así, con esa formalidad y solemnidad, cruzó el ruedo capitalino....
Inexpresivo en muecas, pero con la mirada puesta en la gloria....
Una labor larga pero solvente del rejoneador Zendejas, fue el preámbulo de algo realmente fascinante...
Dos lances con tersura y empaque, fueron los primeros ingredientes vertidos, para cocinar un pastel suculento y de tipo gourmet...
De esos postres que hasta miedo te da probarlos, por creer, que no tenemos la capacidad de degustar los maravillosos sabores del dulce de la sobremesa...
Pero Urdiales se encargó de decirnos como disfrutar una obra de arte...
Paso a paso, muletazo a muletazo, instante a instante...
Seriedad, profundidad, temple, empaque...
Encajado en el ruedo, la barbilla en el pecho...
Todo en un palmo de terreno, todo realizado con la cintura y unas muñecas maravillosas...
En un pase de pecho, que duró un eternidad, Urdiales volteó al tendido y su gesto fue "valió la pena esperar"....
Pero algo faltó...
Como dice el dicho, esa cereza en el pastel...
Lo primordial, el TORO...
Porque no imagino que hubiera pasado en la plaza, si esa misma faena del riojano es ante un astado con trapío, con esa calidad, pero con bravura...
Uff¡¡ No se...
Quizá Diego, a pesar de que le faltó rematar una faena histórica, con el estoque, seguiría dando vueltas al ruedo...
Pero bueno, en descargo del gran Diego, hay que decir, que los bernalditos le llegaron de rebote..
Yo se que si estuviera en sus manos pediría algo mucho más serio...
Pero la faena, ahí queda...
Ni hablar, que grande es Urdiales...
Con su segundo, una albóndiga, que parecía que traía dos novillos para El Juli en la barriga, logró naturales de no se dónde...
El rechoncho se rajó y todo se acabó...
Otro torero, que se lo toma muy en serio, de grandes cualidades y que camina en el ruedo cómo príncipe, es Fermín Rivera...
Pero en ocasiones, me parece que acusa cierta frialdad...
Y sus formas son muy buenas y esa seriedad también impacta...
Pero ayer, en el segundo de su lote, se tuvo que despeinar...
No había de otra, la tarde iba de bajada y sin frenos y Rivera entendió que era así...
Dividió opiniones, que también es bueno, pero dejó claro que quiere ser..
Ojalá y Herrerías y sus secuaces tengan un poco de visión e incluyan a Diego Urdiales en otra corrida de la temporada, aunque se inventen un cartel....
Porque Diego ayer enseñó lo que es el toreo sin cuentos, sin faenas baratas para la galería, sin coba...
Una pena verlo con bernalditos...
Por cierto, Fermín IV, primer frentazo de tres...
Fernando Lahoz
Fotografía cortesía de www.diegourdiales.com
La foto es de Manolo Briones